Los trastornos
obsesivo-compulsivos y relacionados se caracterizan por pensamientos obsesivos
e intrusivos (por ejemplo, preocupación constante por mantenerse limpio o por
el tamaño corporal) que desencadenan conductas compulsivas relacionadas (por
ejemplo, lavado de manos repetido o ejercicio excesivo). Estos comportamientos
se realizan para aliviar la ansiedad asociada con los pensamientos obsesivos.
Estos tipos de
trastornos pueden restringir la participación en la vida cotidiana y/o generar
angustia significativa, por ejemplo, al hacer que sea difícil salir de la casa
sin muchas repeticiones de un comportamiento compulsivo (por ejemplo, verificar
que las puertas estén cerradas).
Periódicamente
experimentar problemas o tener algunos hábitos "idiosincrásicos" no
constituye un trastorno obsesivo-compulsivo o relacionado. En cambio, estos
trastornos se caracterizan por niveles inusualmente altos de preocupación y
comportamientos compulsivos relacionados, en comparación con un rango típico de
individuos.
A continuación
mencionaremos algunos de los síntomas que nos pueden indicar que una persona
está presentando algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo.
·
Tener ideas o imágenes repetitivas
e intrusivas que causan ansiedad.
·
Dedicar más de una hora al día a
las obsesiones y compulsiones.
·
Experimentar angustia debido a las
obsesiones y compulsiones.
·
La interferencia de las obsesiones
y compulsiones con el trabajo o las interacciones sociales.
Ejemplos de obsesiones
comunes incluyen el miedo a que no hacer las cosas de manera particular
resultará en daño a sí mismo o a los demás, ansiedad extrema por estar sucio o
contaminado por gérmenes, preocupación por olvidarse de hacer algo importante
que puede resultar en malos resultados, o obsesiones en torno a la exactitud o
la simetría.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario